Hace unos días, salió en Blu Radio una noticia que hacía énfasis en el pago de un contrato de $5'500.000 mensuales por administrar la cuenta de Instagram de su presidente.
En la noticia es evidente la falta de conocimiento del periodista Santiago Ángel.
Sin mencionar que cita a una "experta" que no tiene nombre alguno en su nota.
Contenido:
Es clave mencionar que la noticia tiene un tono con muy malas intenciones, pues busca confundir a los lectores, haciéndoles creer que la cuenta del presidente es una cuenta "personal".
Cualquier persona que lo lea, pensará que es la cuenta en la que el man sube fotos borracho o jugando fútbol con los amigos.
Y no, obviamente, se trata de publicaciones que tienen que ver exclusivamente con su gestión en el ICETEX.
Cabe aclarar que me importa un carajo el ICETEX, mi universidad me la pagó mi tío.
No tengo ni idea cómo funciona pagar por medio de ellos y tampoco me interesa saberlo.
De lo que sí sé, y llevo casi una década trabajando todos los días, es sobre community management y cuáles son sus funciones.
Básicamente, son dos.
Administrar las redes sociales de una marca/empresa/entidad/figura pública.
Administrar los contenidos que se crean para publicar a través de ellas.
Suena fácil, ¿no?
Ambas tareas incluyen una gran cantidad de acciones, que van desde responder comentarios, hasta encontrar insights de acuerdo a lo que dice la gente.
Todo lo que permita hacer una red social, va a cargo del community manager.
En cuanto a la creación de contenido, ya la cosa se pone interesante.
Un community manager no crea contenido.
Lo administra.
¿Cómo así?
Sí, como lo lee, un community manager administra el contenido que es creado por redactores, diseñadores gráficos, animadores, ilustradores y (¡oh, sorpresa!) fotógrafos.
Así es.
Un community manager no es un todero digital.
De entrada, el contrato del man que está a cargo de la cuenta de Instagram del presidente, está cumpliendo con una doble función: community manager y fotógrafo.
Es decir, le están pagando por hacer dos cosas, con el sueldo de uno solo.
Y no, ganarse $5.500.000 al mes por administrar redes sociales no es una noticia.
Hay gente que haciendo lo mismo o menos, gana más de 7 millones.
Por poner un ejemplo lejano y mucho más pro, hace dos años, la reina Isabel estaba pagando a su community manager alrededor de 215 millones de pesos al año.
Es decir, unos 18 millones de pesos al mes por administrar Facebook y Twitter.
En Colombia, las entidades del Estado pagan entre 3 y 7 millones de pesos mensuales.
Claro, como contratistas, a los cuales se les va una buen billete en aportes.
Al todero del ICETEX se le deben ir unos $600.000 al mes.
Sin contar que no tiene vacaciones pagas, primas, ni cesantías.
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El problema de fondo no es que se gane $5.500.000 al mes (eso no es gran cosa y menos para convertirlo en noticia).
El problema tampoco es que la cuenta de Instagram sea "personal" y ahora explicaré el porqué.
(Por cierto, Instagram TV no es la competencia de YouTube)
El problema, realmente, es la ignorancia y gran desconocimiento que se tiene frente a lo que debe hacer un community manager.
Y también, el equipo humano que se requiere para llevar a cabo la administración y creación de contenido.
Vamos con lo primero.
No hay ningún problema en que la cuenta del presidente sea "personal".
Lo mismo ocurre con cuentas de otros funcionarios públicos de alto rango.
Alcaldes, gobernadores, ministros, directores y todo lo que se les ocurra.
Sí, las entidades cuentan con perfiles en redes para temas generales en los que se usa la cuenta de la entidad.
Pero también es su deber informar qué está haciendo quien las dirige.
Esto forma parte de las labores que deben llevar a cabo las oficinas asesoras de comunicaciones.
Aquí está toda la información del contrato.
Al final, verán dos PDF descargables.
Uno con las funciones del contratista/fotógrafo (en total son 15 obligaciones específicas) y otro con los documentos del proceso.
Lean especialmente el punto 7.3.
La discusión por el tipo de cuenta no tiene sentido.
Acá está la respuesta que dio el ICETEX sobre el tema.
Sería terrible que realmente fuera una cuenta sobre la vida personal del presidente o de quien sea.
Si revisan el perfil, las publicaciones son como esta.
¿Ya la vieron?
El ICETEX (representado por él) se reunió con el gobierno de Suiza (representado por los señores de la foto).
Son comunicaciones institucionales que muestran la gestión que realiza la entidad por medio de su principal vocero.
Las entidades deben comunicar y dar cuenta de sus acciones a la ciudadanía.
El contenido de la cuenta del presiente hace eso y muestra la gestión que se realiza con los planes, programas y proyectos estatales.
Ejemplo: divulgar la gestión realizada en agendas de cooperación.
Sí, la cuenta es bastante triste en cuanto a cifras.
¿Por qué?
Hay varias razones.
Entre ellas, que contrataron a una sola persona para hacer el trabajo que corresponde a varias.
Dar a conocer la cuenta oficial de una figura pública lleva tiempo y ese trabajo también involucra a varias personas.
Es más, requiere presupuesto para hacer campañas y publicidad.
No es buena idea contratar solo a un fotógrafo para que cubra varias tareas.
De hecho, hace falta también un diseñador gráfico, además del community manager.
En este caso, tendrían que tener un presupuesto mayor para contratar a mínimo 3 personas.
En resumen:
- El pago de $5.500.000 no es una cifra escandalosa.
- Hace falta contratar a dos personas más.
- No hay problema en que dentro de sus funciones, alguien se encargue del manejo de la cuenta de una persona, siempre y cuando el objetivo de esa cuenta sea el de mostrar su gestión con la entidad, pues es la cuenta de su vocero principal.
Por otro lado, hay gente a la que le pagan mucho más por jugar videojuegos, grabar porno o viajar por el mundo.
Bienvenidos a la era digital.
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Si buscan un communtiy manager freelance, aquí estoy.
Compartan el artículo para que se tenga un poco menos de ignorancia frente a lo que hacemos los community managers, lo que cuesta nuestra labor y el equipo de personas que se necesita para la creación y administración de contenido.